A lo largo del mar Mediterráneo escuchan el pronóstico de un “medicane” es decir, una tormenta híbrida que, aunque no es realmente un ciclón tropical, produce varios de los efectos que dejan los huracanes y tormentas desarrolladas.
El caso más reciente es el del evento meteorológico identificado como Ianos en Grecia, fue inusualmente intenso.
El Servicio Meteorológico Nacional Helénico emitió una advertencia de alerta roja para las regiones del sur del Jónico y el Peloponeso el al confirmar que dicho evento llegaría con vientos con fuerza de tormenta, marejada y lluvias torrenciales.
La tormenta afectó a Grecia el pasado 18 de septiembre y surge la pregunta ¿qué harán estos medicane en el futuro?
El cambio climático está impulsando la investigación sobre cómo se comportan las tormentas tropicales en un mundo en el que el nivel del mar aumenta y las temperaturas aumentan el riesgo de inundaciones costeras, daños por viento y lluvias excesivas.
Se sabe menos sobre cómo responderán las tormentas del Mediterráneo. De hecho, la agencia NOAA en los Estados Unidos dijo en mayo que su sistema GEOS Forward Processing (FP) solo ahora está lo suficientemente avanzado como para analizar y pronosticar este tipo de sistema, que era teórico en el modelado tan recientemente como hace cinco años.
Su primer esfuerzo exitoso utilizando el sistema GEOS FP fue el año pasado, cuando la tormenta mediterránea “Trudy” se formó el 11 de noviembre de 2019 y tocó tierra el mismo día en la costa argelina. Los científicos europeos se han enfrentado a desafíos similares para comprender los ingredientes de estas tormentas y cómo pronosticarlas.
“Varios artículos han arrojado algo de luz sobre los mecanismos de formación e intensificación varias cuestiones siguen siendo objeto de debate en la comunidad científica”, dice el académico italiano Mario Marcello Miglietta. Estas preguntas incluyen cómo definir incluso el llamado medicane en el Mediterráneo, que ya está identificado como un punto crítico para el cambio climático.
Un estudio de 2019 del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla ‐ La Mancha en España ofrece algunas ideas sobre qué esperar para finales de siglo.
Basaron sus hallazgos en el escenario de calentamiento global RCP4.5 en el medio del camino, con aumentos de temperatura entre 2 y 4 ° C.
Es probable que haya menos tormentas, de acuerdo con una tendencia global que se extiende también a sistemas totalmente tropicales. Los aumentos en las temperaturas de la superficie del mar y otras condiciones contribuirán a lluvias más intensas y tormentas más fuertes principalmente en la última parte del siglo.
“Es probable que los Medicane se vuelvan más vigorosos en otoño en comparación con la primavera y el invierno y desarrollen núcleos cálidos más profundos y duraderos, es decir, una estructura tropical más robusta, lo que aumenta la probabilidad de alcanzar la intensidad de un huracán”, dijeron los autores del artículo, dirigidos por Juan. J. González ‐ Alemán.
Es probable que las trayectorias de la tormenta se desplacen hacia el sur y el este en el Mediterráneo, añaden, con ocurrencias mucho más comunes en el mar Jónico, justo donde se puede encontrar la tormenta actual que impacta a Grecia.
Fuente: https://www.sustainability-times.com/
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