Temporal causa cuatro muertos y mantiene a cuatro provincias en alerta roja


La borrasca Filomena ha desatado una pesadilla de nieve en todo el centro y este de España, con Madrid como epicentro del desastre: ciudadanos atrapados toda la noche en sus coches, árboles caídos, peligro en las cornisas, calles bloqueadas, servicios de emergencia que no pueden moverse y personal esencial que no puede acudir al trabajo.

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido a los ciudadanos que permanezcan en sus casas ante una situación “muy grave”, ruego que el Gobierno central ha ampliado a todo el país.

La mayor y más extensa nevada en medio siglo ofreció el viernes imágenes surrealistas en la capital, como un trineo tirado por perros circulando por la calle y esquiadores en la Puerta del Sol, la Gran Vía o la carretera de circunvalación M-30 pero, según se iba intensificando la nevada en la noche del viernes al sábado, todo fue empeorando, con miles de personas bloqueadas en sus coches. Casi 1.500 personas han sido evacuadas y por la tarde ya no queda nadie atrapado.

La borrasca Filomena ha desatado una pesadilla de nieve en todo el centro y este de España, con Madrid como epicentro del desastre: ciudadanos atrapados toda la noche en sus coches, árboles caídos, peligro en las cornisas, calles bloqueadas, servicios de emergencia que no pueden moverse y personal esencial que no puede acudir al trabajo.

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido a los ciudadanos que permanezcan en sus casas ante una situación “muy grave”, ruego que el Gobierno central ha ampliado a todo el país.

La mayor y más extensa nevada en medio siglo ofreció el viernes imágenes surrealistas en la capital, como un trineo tirado por perros circulando por la calle y esquiadores en la Puerta del Sol, la Gran Vía o la carretera de circunvalación M-30 pero, según se iba intensificando la nevada en la noche del viernes al sábado, todo fue empeorando, con miles de personas bloqueadas en sus coches.

Casi 1.500 personas han sido evacuadas y por la tarde ya no queda nadie atrapado.

Fuente: Elpais.es


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